El objetivo de la automatización es mejorar la eficiencia. Si se hace bien, las instalaciones automatizadas son más productivas, funcionan con mayor fluidez, tienen tiempos de procesamiento más rápidos, mejoran la seguridad de los trabajadores y son más eficientes desde el punto de vista del coste total (gastos de explotación y de bienes de equipo). Las operaciones logísticas fundamentales suelen ser las siguientes:
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Descarga/recepción.
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Puesta en marcha.
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Almacenamiento.
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Recogida.
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Empaquetado.
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Carga/envío.
Todas las operaciones logísticas deben evaluar sus necesidades y capacidades en estas funciones e invertir en consecuencia. Desde hace tiempo, el sector logístico ha aprovechado una amplia gama de equipos que mejoran la productividad para cumplir estas funciones, como las estanterías y las carretillas elevadoras.
Para definir y segmentar las tecnologías de automatización de otros tipos de equipos, el diferenciador clave es la autonomía respecto al control humano. También en este caso, algunas de estas tecnologías de mejora de la productividad, como los complejos sistemas de transporte, los rodillos neumáticos y los vehículos de guiado automático, no son nuevas en las operaciones logísticas.
Las tecnologías de automatización pueden agruparse en dos categorías:
Automatización fija. Estos tipos de automatización suelen ser grandes, a medida o semipreparados, de capacidad fija con flexibilidad limitada, y de instalaciones de alto precio. Los tipos más comunes habituales:
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Cintas transportadoras.
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Clasificadores automáticos.
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Paletizadores.
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Transportadores de palés.
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Sistemas de almacenamiento y recuperación automatizados (AS/RS).
Automatización móvil y semimóvil. Estos tipos de automatización suelen ser soluciones robóticas discretas que funcionan en una serie de entornos y ofrecen una mayor flexibilidad para ampliar o reducir la escala según sea necesario. Los tipos más comunes habituales:
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Vehículos de guiado automático (AGV), como carretillas elevadoras autónomas.
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Robots móviles autónomos (AMR) como algunos cobots.
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Automatización especializada/nicho, como el encajonado automático y la
Descargadores de remolques.
No existe una única solución. Muchas soluciones de automatización pretenden abordar una o dos de las seis funciones principales del almacén. Cada paso genera acciones, movimientos, variabilidad y niveles de complejidad sustancialmente diferentes; además, cada uno requiere equipos especializados. Las integraciones entre las funciones principales y entre las tecnologías de automatización son especialmente complejas y costosas. Por ejemplo, los rodillos neumáticos únicamente realizan la preparación de pedidos y la recogida con carriles exclusivos para cada uno de ellos. Las tecnologías móviles y los robots se dirigen a las funciones más sencillas de automatizar, ya que ofrecen los retornos de la inversión más rápidos y las integraciones más sencillas, al tiempo que permiten a los usuarios aprovechar el talento humano en el núcleo de las operaciones
